A lo largo de su trayectoria en el MCU Thor Odinson había mostrado una evolución heróica desde jóven berrinchudo (THOR: El príncipe berrinchudo o “his Majesty The Baby” (1 de 4)) hasta el líder maduro que parecía afrontar su destino como Rey de Asgard y Héroe Vengador (THOR: Ragnarok o la madurez de un Dios (4 de 4)). Sin embargo su fracaso en Infinity War resulta devastador. Thor a diferencia de los otros Avengers tiene el arma y la oportunidad para matar a Thanos y evitar su chasquido. El mismo Titán le evidencia cruelmente su fracaso: “debiste apuntar a la cabeza” antes de utilizar las gemas y cumplir su cometido. Thor queda en estado de shock. 23 días después, viajan al Jardín para recuperar las gemas con la esperanza de deshacer el balance de Thanos para toparse con que el Titán ha destruido las gemas y con ello la posibilidad de revertir su efecto. Mientras todos interrogan a un Thanos ya debilitado por el segundo uso del guantelete, Thor apunta a la cabeza y lo mata. Demasiado tarde.
Cinco años después el Dios del Trueno se encuentra en la decadencia total. Permanentemente alcoholizado para soportar su propia existencia ante su derrota. Como se comentó en posts previos, Thor tiene fijaciones muy precarias. Muchos personajes de los cómics han presentado periodos importantes de alcoholismo: Hank Pym, Tony Stark e incluso Stephen Strange. Personalidades narcisistas todo ellos. En efecto, en la clínica de las adicciones se observan los rasgos narcisistas de los pacientes que ante la impotencia se desmoronan y suelen buscar en el abuso de sustancias un aliciente a su narcisismo herido.
El abuso de sustancias permite una retracción narcisista en la cual la realidad frustrante es denegada. La intoxicación tiene además el componente destructivo que representa el castigo ante la falla. Vemos a Thor no solo aislado, alienado e irresponsable sino auto destructivo. Lo que ha hecho con su cuerpo y con su imagen de sí mismo es una clara representación del castigo de su superyo sadico.
Falló y su error es imperdonable. Mato a Thanos pero fue demasiado tarde. Aislado en su alcoholismo pretende estar bien y que nada le importa. Freud llamo a esto la acción de las pulsion es de auto conservación en el retorno al autoerotismo. A diferencia de otros héroes que enfrentan la impotencia de una realidad inevitable, Thor debe afrontar su error y la responsabilidad de su fracaso. El tuvo la oportunidad y no la aprovechó. Ante su propio auto ataque punitivo, los mecanismos de auto conservación lo llevan a negar la realidad y entumirse en el alcoholismo, a la par que destruye su cuerpo y su ser.
Rocket lo convence de acompañarlos sobornándolo con cerveza. Lo vemos continuar su consumo en las instalaciones de los Avengers sin ser de ninguna utilidad para el equipo. Cuando le piden explicar el ether, vemos un Thor queriendo afrontar sus pérdidas con sentido del humor pero fracasando patéticamente al confrontar su fracaso amoroso con Jane y la muerte de su madre, duelos que nunca tramitó. Regresionado por el alcohol, Thor se comporta como un niño tonto. Y así se presenta en Asgard frente a su madre: un tonto con un hacha.
El problema del narcisista es que entre la omnipotencia y la devaluación no existe un punto medio. O se es “la gran caca” o se es “una mierda” … del pedestal de la idealización omnipotente al sadismo de la devaluación decadente. La polarización impide integrar el fracaso en la imagen idealizada del self. Es requisito que un otro significativo (en este caso Frigga, su madre) lo revalore. La gran dificultad reside en el hecho de que el narcisista no le da a cualquiera el estatuto de un otro significativo… ni Hulk, ni Rocket, ni Steve, ni Tony son lo suficientemente importantes para que Thor les conceda ese lugar. Solo su madre, la persona mas sabia de Asgard puede realmente representar una autoridad que el Dios del Trueno pueda escuchar. Solo ella es un Sujeto al cual pueda atribuirle un Saber Supuesto.
Desde esa posición (que en psicoanálisis se llama transferencia) Frigga le anuncia la castración frente a la herida narcisista:
Un tonto no. Estas aquí pidiendo consejo de la persona más sabia de Asgard ¿no?… Un fracaso, DEFINITIVAMENTE…. pero eso solo te hace igual que todos los demás. Todos fracasan en ser lo que se supone deben ser. La grandeza de un hombre depende de su capacidad de ser quien realmente es.
El psicoanalista francés Jacques Lacan habla de la importancia del reconocimiento de la falta en el sujeto deseante. La falta es el signo de la castración, el rompimiento de la imagen narcisista y el reconocimiento de la condición humana. Ser como todo mundo… asumir el fracaso y aún así ser digno. Esa es la última lección de Frigga a su hijo: la identidad nunca es del todo… en tanto se fracase y se evidencie la falta, habrá deseo.
Después de escuchar a su madre, Thor recupera su Mjolnir, signo de su poder y refuerzo de su “ser digno”. Cuando Capitan America evidencia ser digno también, Thor comprueba lo que su madre le decía: él no es el único digno… y con eso ya no está solo y alienado, es como todos.
Al final, liberado de la carga de las expectativas puestas en el (ser Rey, ser un Héroe), cede a Valkyrie el trono de Asgard y se une a los Asgardianos de la Galaxia. Elige seguir el liderazgo de Quill, quien claramente no es un dios, ni un héroe, ni un vengador, sino otro “fracasado” como él. Unirse a los Guardianes de la Galaxia es un acto simbólico de auténtica rendición de su narcisismo. Como se expuso anteriormente (Guardianes de la Galaxia: Antihéroes Irreverentes), los Guardianes son un grupo completamente opuesto a los ideales dorados de los dioses Nórdicos o el heroísmo del bien común de los Avengers.
MÁS DE THOR:
Thor Odinson: Un Mesías para un mundo devastado
Avengers VS Justice League 3: Los Dioses
THOR: El príncipe berrinchudo o “his Majesty The Baby” (1 de 4)
THOR: Castración, Complejo de Edipo y Complejo de Thor (2 de 4)
THOR: Los amigos de un Dios: Monstruos, Brujas, Vengadores… (3 de 4)
THOR: Ragnarok o la madurez de un Dios (4 de 4)
VER TAMBIEN:
LOKI: Un sujeto atormentado detrás del monstruo malvado. (1 de 4)
LOKI: Un Invasor que crea Vengadores (2 de 4)
LOKI: Retorno a casa con Honor y Gloria (3 de 4)