Catwoman: Antiheroina Feminista

En la Era Oscura, Frank Miller reconstruye la historia de Catwoman, colocándola como símbolo de un feminismo empoderado contra la represión masculina. En esta versión de 1987, Selina trabaja como dominatriz y roba por hobbie. La dominatriz es una mujer que ofrece sus servicios de sadismo sexual a sus clientes. En la novela gráfica, se le dibuja en un contexto que la hace parecer una prostituta, recibiendo a sus clientes y desarrollando el rol sexual por el cual le pagan. La editorial DC sostuvo grandes controversias frente a estas imágenes y negó que se tratara de un acto de prostitución (Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012).

Su desempeño en ambas profesiones son sublimaciones de su resentimiento y necesidad de retribución hacia los hombres. La imagen sexual de la mujer que es contratada por hombres para golpearlos en el contexto de su satisfacción sexual es una clara invitación a las concepciones de la mujer fálica. El poder que Selina tiene sobre sus clientes restituye sus heridas infantiles. Se muestra como una mujer que odia a los varones, pero tampoco se identifica con una feminidad tradicional.

El arco dramático del personaje nos muestra que su maldad tiene como origen los abusos sexuales que sufría de niña por parte de su padre después del suicidio de la madre, lo que la vuelve un monstruo dolido y no una encarnación de La Maldad. Su relación con Batman dista dramáticamente de la dinámica del gato y el ratón y la coloca como una fuerte figura femenina en la vida del Murciélago que se mueve de villana a antiheroína, aunque siempre se mantiene fuera de la ley (Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012).

Soy una ladrona–y robar es lo que hago. No tanto por el premio o las posesiones o el dinero, sino por el arte de hacerlo. Porque puedo. Y porque soy buena.

(Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012, p. 235)

Catwoman: Criminalidad y supervivencia.

Regresando a Selina, ella debutó en el primer número de Batman en 1940 como su contraparte. En la Era de Oro, su historia de origen introduce a una huérfana que desde niña aprendió a vivir en las calles de Gótica. A diferencia de Bruce, quien además de ser millonario, tuvo padres suficientemente buenos hasta los 10 años y posteriormente grandes padres sustitutos, la pequeña Selina (como la gran mayoría de los personajes de Gótica) vivó una infancia violenta. Su padre era golpeador y alcohólico mientras que su madre violentada maltrataba a sus hijas. La madre se suicida y el padre muere en una congestión alcohólica, siendo Selina quien encuentra los cadáveres en ambas ocasiones. “Vive rápido, muere joven, deja un cadáver que huela bien” es la enseñanza que la joven gatita acuña ante el fallecimiento de sus padres (Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012).

Ante la orfandad, ella escapa del sistema adoptivo del Estado y aprende a sobrevivir en las calles. Es arrestada siendo aún una niña por robo y llevada a prisión por primera vez a los 13 años. La criminalidad es su forma de vida, es la manera que encuentra desde el instinto de conservación para proveerse donde los prójimos fallaron. Sin una madre suficientemente buena, ella misma debe sostenerse (holding), manejarse (handling) y abrirse paso en un mundo hostil (presentación objetal), alimentando el resentimiento hacia quienes fallaron en protegerla: su madre, su padre y el Estado. Ante la orfandad Selina debe procurarse a sí misma las funciones de la madre suficientemente buena. Aquí la construcción de un sí mismo criminal (El Monstruo) es la sublimación de lo mortífero y la voluntad de poder que la ancla a la vida ante la ausencia de un prójimo que asista.

Madre, padre, hija y guardiana diosa gatuna–todo lo que nunca tuve y ahora es mío. Un hogar de felicidad robada.

(Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012, p. 234)

El maltrato se vuelve la justificación de sus crímenes. Ella proclama merecer lo que roba porque la vida le robó primero. Catwoman es el nuevo objeto producto de la sublimación de la oscuridad de ese Abismo que se abre al quedarse sola y sin un lugar en el mundo. La máscara de gato es una condensación de dos representaciones: los gatos, animales cuya madre cuidaba y adoraba mejor que a sus hijas y la imagen oscura de Batman, el vigilante nocturno disfrazado de animal.

Catwoman vs Batwoman

Selina Kyle (Catwoman) encabeza la lista de depredadoras en Gótica. Su relación con El Murciélago a lo largo de los años, las publicaciones, series y películas la ubica como rival, enemiga y compañera del vigilante de Gótica. En palabras de Bob Kane:

Ella (Catwoman) era una especie de Batman femenino, excepto que ella era una villana y Batman era un héroe. Imaginábamos la dinámica del gato y el ratón–gato y murciélago–entre ellos; él trataría de reformarla y traerla al camino de la ley y el orden… Sentíamos que las lectoras se identificarían con ella. También pensamos que a los lectores varones les gustaría ver una chica sensual. Así que la pusimos en la historieta para ambos, niños y niñas, como la contraparte femenina de Batman.

Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012, p. 218

La narración de Kane inevitablemente remite al texto freudiano sobre una elección particular de objeto en el varón neurótico que busca rescatar a las damas de cascos ligeros. Freud observa como el narcisismo masculino se juega en esta dinámica de reivindicar a la mujer. En la Era de Plata, el CCA censurará a la sexy y malvada gatita, por lo que la editorial desaparece a Catwoman y en su lugar introduce a una chica respetable: Batwoman, Kathy Kane. Ella es la mujer decente que admira a Batman y busca ser como él. Selina, como Lilith, se rebeló siempre a los intentos de Bruce a hacerla buena. Entonces la editorial, en el lugar de Dios, la eliminó de la publicación y creó a una Eva: Kathy.

En la reciente serie de televisión de la franquicia Arrowverse (2019), Kate Kane es prima de Bruce y su orientación sexual es lésbica, adjudicándole toda la problemática de la discriminación sexual y el heroísmo de la comunidad LGBT+. La Batwoman original no fue muy popular y desapareció de la publicación para dar paso a la Batichica que conocemos: Barbara Gordon (hija o sobrina de James Gordon, el comisionado de la policía). La chica, a diferencia de la mujer, se infantiliza frente al varón y se desexualiza, resultando inofensiva. Así se coloca en el lugar seguro que debe tener la feminidad en el registro patriarcal. Las buenas chicas en los cómics de DC en la Era de Plata representan a la Monstruosidad Femenina domesticada en aras del bien mayor.