Harleen llega al Asilo Arkham como residente de psiquiatría donde le asignan a Joker como paciente. Fascinada con la locura del Príncipe Payaso del Crimen, él la seduce y utiliza para escapar. Pero Harley se enamora de él, cree que puede curarlo y está dispuesta a seguirlo. La trampa narcisista de la doctora es típica de este tipo de relaciones. Ella necesita creer que puede salvarlo, que su amor y ella misma serán la cura. Donde fracasó con el padre ganará con Joker. Para ello debe dejar de ser quien era y devenir en otra persona. Harleen no es la identidad secreta de Harley, la psiquiatra era una imagen construida para sobrevivir que se rompe por el encuentro con Joker y da salida a la locura de Harley.
Así como el Dr. Jekyll y Mr. Hyde representaban las imágenes disociadas del médico y el monstruo, Harleen y Harley presentan una versión femenina sin disociación. Harley es el reverso perverso de la neurótica Dra. Quinzel. Joker como representante transferencial del padre aparece como objeto de amor para la joven psiquiatra. Al igual que Joker, Harley encarna el mal-estar y el caos. Ella es molesta, errática, eufórica y hebefrénica. Gracias a estas características, Harley se mimetiza con La Maldad en Joker y pone en acto esa destrudo libre.
Harley fue depositaria de los afectos oscuros de la madre desde niña, identificándose con “ser molesta” que le gana la atención de Joker y articula la construcción del nuevo self falso: Harley Quinn como pantalla de proyección de la destrudo de su amante. Sin embargo, a diferencia de Joker, Harley se constituye desde el inicio como un monstruo pues su devenir proviene del dolor del desvalimiento originario que la lleva a construir estos falsos selfs (la Dra. Quinzel y la criminal Quinn).
Para Joker, Harley es un arlequín que lo adorna. No tiene el más mínimo interés sexual en ella, quien sistemáticamente busca atraer su atención con sus encantos femeninos, pero sin lograrlo. Ella quiere serlo todo para él y la única forma de lograrlo es siendo un objeto de uso para el Rey del Crimen. La cosificación femenina en las relaciones abusivas es un efecto claro del mal-estar que genera la violencia. La psiquiatra está dispuesta a dejar su persona y ser el objeto de deseo de Joker, un objeto sexual y arma letal. Lo que a Joker le interesa en ella no es su sexualidad sino su potencial asesino.
Así como Catwoman es la contraparte femenina de Batman, Harley Quinn lo es de Joker. Creada en 1992 por Paul Dini y Bruce Timm para las series animadas de Batman como la pareja sentimental del Rey de Arkham. Su nombre real es Harleen Frances Quinzel, originaria de Brooklyn e hija de un estafador que se dedicaba a seducir mujeres para robarles. Eventualmente el padre cae en prisión y Harley es criada por una madre cuyo comportamiento errático la hace más violenta que el padre criminal. Para la pequeña, el padre estafador es un prójimo más confiable que la madre. Estudia medicina y posteriormente psiquiatría. Su vocación es claramente un intento de reestablecer su relación patológica con el padre:
Lo sé, papá, la razón principal por la que me volví psiquiatra fue para entender por qué hiciste lo que le hiciste a nuestra familia. (Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012, p. 145)
Si bien Harleen no es huérfana, su compleja relación de maltrato con su madre, el abandono del padre y la idealización hacia éste exacerban la oscuridad en su desarrollo psíquico. Al igual que Selina, Harley carece de prójimos confiables que la asistan, pero a diferencia del abandono absoluto, ella tiene a ambos padres ausentes en su presencia. La relación con su madre es ambivalente, por una parte, se violenta y desquita con ella por las frustraciones que su marido le genera para arrepentirse después y tornarse en extremo complaciente. La hija es depositaria de los objetos malos de la madre con los cuales ella misma se identifica: si la madre la odia debe ser odiosa, y al serlo, la complace. Debe ser odiosa y odiable en vez de amable y digna de amor. Es preferible ser odiada que no ser vista.
Estas dinámicas provocan un constante estado de incertidumbre que fomenta el mal-estar. Pero al mismo tiempo, el objeto aparece cuando el daño está hecho. Si el sujeto se expone, si se daña a sí mismo, el objeto aparece para repararlo. Este es el núcleo de lo que la psicología denomina “relaciones autodestructivas”, una configuración psíquica que hace a ciertos individuos propensos a caer en relaciones de abuso y maltrato. El masoquismo femenino excede toda proporción en el caso de la Dra. Quinzel, cuya oscuridad dará una vuelta en lo contrario, resultando en el sadismo de Harley Quinn.
En este caso aún no se trata de una sublimación de El Lado Oscuro. La destructividad de la cual Harleen era objeto (por su madre, sus parejas sentimentales, ella misma y Joker) tan sólo cambia según los objetos externos sin producir del todo un nuevo objeto. Harley Quinn es otro personaje (un falso self) como lo fue la Dra. Quinzel. Su verdadera sublimación ocurrirá en su relación (amorosa y matrimonio subsecuente) con Hiedra Venenosa (en los cómics y series animadas) y en cuanto se una al Escuadrón Suicida en la versión encarnada por Margot Robbie.
En la serie Gotham, se presenta un personaje con todas las características de Joker que proviene del circo (al igual que Ricardo Tapia, mejor conocido como Robin). Su personalidad claramente se hizo a partir de los textos de criminalísticas y los indicadores del DSM V sobre el trastorno disocial en la infancia. Jerome Valeska es hijo de la encantadora de serpientes y el vidente del circo. Según su propio relato, la madre lo maltrataba por su temperamento iracundo y su adicción al alcohol y los hombres. La construcción del personaje se basa en la popular triada oscura (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) que provee las características teóricas del trastorno antisocial: maltrato infantil, abandono y deprivación afectiva que a su vez llevan al maltrato animal, la mentira patológica, el engaño sociopático y el sadismo (Furnham, 2013). En este personaje, deshacerse de la madre será el acto que consolide su maldad, revelándose como un asesino.
La personalidad extravagante de Valeska se inmortaliza en un culto que deriva en la resurrección del personaje y la sublimación de su maldad. El fanatismo fusiona los deseos individuales, identificándolos con el líder de la masa. En este caso, el fenómeno de sublimación aparece en la dinámica de fuerzas en el grupo. La Maldad de Joker (y el mal-estar que provoca) se simboliza como una acto de rebeldía y redención de las clases menos favorecidas por los ataques que realiza contra las clases opresoras (los ricos y la policía). Joker representa el caos que se enfrenta a un sistema que falló en defender a los menos favorecidos. Su maldad es sublimada por el grupo en términos de una idea o un ideal con el cual se identifican y les otorgará la potencia vital para enfrentar al enemigo: el sistema mismo, un tema recurrente de la Era Oscura. El filósofo yugoslavo Žižek realiza un análisis similar sobre el personaje Bane en la película El Caballero de la Noche asciende de Nolan (Žižek, 2012).
Posteriormente se presenta otro personaje: el hermano gemelo de Jerome, Jeremiah Valeska, que había sido ocultado por la madre para su protección. Este dato devela que tal vez Lilia Valeska no era del todo una madre malvada y quizás su preferencia por el hijo prodigio detonó la envidia en el hijo antisocial. Los hermanos Valeska representan una dualidad en el personaje: el loco asesino sin sentido y el genio cuerdo que busca hacer el bien. Además, la rivalidad filial siempre ha sido un tema en las mitologías. El segundo, protegido por los padres, desarrolla una amistad con Bruce Wayne con quien se identifica y simpatiza. Jeremiah es víctima de la última broma mortífera de su hermano quien al morir le deja un regalo que lo rocía con un gas enloquecedor. A esta última versión de Valeska lo encierran en el asilo Arkham donde finge un estado catatónico hasta que Bruce regresa a Gotham. En el episodio final de la serie, Jeremiah secuestra a Barbara Gordon para atraer al Murciélago a la mítica fábrica de químicos ACE, escenario de la historia de origen del Guasón.
Esta anécdota remite a la novela gráfica de Frank Miller, La saga del Caballero de la Noche donde Batman se ha retirado de sus actividades heroicas. Sin embargo, debido a una serie de sucesos, se ve comprometido a regresar, aunque la sociedad ya no lo vea como un héroe, sino como un vigilante. En esta trama, Joker se desvaneció en el anonimato, pero cuando escucha que El Murciélago ha vuelto, sale de su estado casi catatónico para reunirse con su archienemigo (Miller, 1986). El enemigo regresa al catatónico a la vida, manifestando la sublimación de Lo Mortífero en El Monstruo
En la última versión de Joker, Joaquin Phoenix encarna un personaje nunca antes visto (Phillips, 2019). Arthur Fleck es el ejemplo de la precariedad y la privación que encarnan ese mal-estar que se atribuye a La Maldad. El personaje se presenta como un enfermo mental abandonado por el sistema. Un huérfano adoptado por una mujer trastornada que lo utiliza como un objeto de maltrato y de referencia para su delirio erotomaníaco con Thomas Wayne. Arthur ha sido cosificado desde la precariedad de su origen y busca desesperadamente a un prójimo que lo asista, lo mire y signifique como persona. Producto del maltrato en todas las formas posibles, encuentra la salida de su estado mortífero a través del asesinato.
Monólogo hacia la madre antes de asesinarla en el hospital (Phillips, 2019)
Fleck retoma la esencia homicida del personaje de los cómics e intenta esbozar una posible historia de origen que termina siendo una broma que ningún cuerdo entendería. La escena final de la película se presta a múltiples interpretaciones. Él se ríe de un chiste que no quiere contar ya que no lo entenderían. En los cómics, Joker ha dicho que no recuerda realmente su origen, pero le gusta inventarse uno nuevo cada vez. En la película de Nolan cuenta varias versiones sobre cómo obtuvo sus cicatrices y nunca queda claro si alguna es real. Inventar su origen es como cuando inventas una broma y haber sido Arthur es una broma para Joker.
En la película, Arthur se adjudica el nombre propio de Joker, utilizando el adjetivo despectivo que el presentador de televisión le diera: bufón. La burla termina cuando el chiste se torna en denuncia y proclamación:
Diálogo con Murray antes de matarlo frente a las cámaras de televisión (Phillips, 2019)
Joker en su versión original y en la versión de Phillips, es el único personaje que puede sostener la representación de La Maldad como objeto cosificado que provoca el mal-estar y a su vez cosifica a otros. En las versiones donde el personaje simplemente es un agente del caos sin sentido, empatía ni objetivos, su representación es sublimada por los otros, quienes le atribuyen La Maldad como un ideal subersivo frente a un sistema opresor y justifican la destrucción que él propone. Sobre esta línea, la posibilidad sublimatoria para La Maldad deriva en fanatismo como voluntad de poder en la masa oprimida para operar algún tipo de cambio que amerita la ejecución de la violencia divina (Benjamin, 1999). Cabe indicar que el fenómeno sublimatorio ocurre en la masa y no el individuo. El colectivo como unidad utiliza al ídolo cosificado como fetiche y a través de él libera el poder del odio para darle sentido al sufrimiento y la precariedad. Nótese que a diferencia de la sublimación de lo mortífero en la aparición del monstruo, en el fanatismo, elnuevo objeto es una ideología. La fascinación de los consumidores de cómics por la figura de Joker es otra muestra de esta sublimación.
En la vida real podemos pensar una variedad de personajes históricos que han provocado tal fanatismo. El nazismo de Hitler o el terrorismo islámico son ejemplos de este fenómeno de masas. En la ficción, los cómics de Moore en la Era Oscura están plagados de referencias que invitan a la anarquía frente a los estados totalitarios
En la Era Oscura, Joker retorna a sus orígenes homicidas, pero con la actualización psiquiátrica de la época (inicios de los setenta). El caos y el sinsentido deben ser explicados por la ciencia, así que Guasón pasa de un bufón medieval a un enfermo mental. La psicosis es la explicación para lo inexplicable, la medicalización de la maldad. En la Era Oscura, la locura de Joker se torna antisocial y terrorista, aunque menos caótica pues sus peores crímenes tienen por objetivo dañar a Batman (Langley, The Joker Psychology. Evil Clowns and the Women Who Love Them, 2019). La maldad originaria toma un cauce monstruoso que le da sentido a Joker: la venganza y la competencia con Batman.
Para este Joker, Batman es la fuente de su mal-estar, lo cual encauza su destrudo hacia un objeto particular. Hay una distinción entre los villanos malvados y los monstruos dolientes. El Joker de Frank Miller es un monstruo al cual le duele la herida narcisista que Batman le provoca, Cuando La Maldad la ejerce el Estado y el mal-estar lo provoca la sociedad misma, el loco deviene en Monstruo y protagonista.
¡No quiero matarte! ¿Que haría yo sin ti? ¿Volver a estafar mafiosos? No, tú me complementas. (Nolan, El Caballero de la Noche, 2008)
Esta última versión de Joker, aunque mucho más violenta, lo presenta nuevamente como un monstruo cuyo objetivo es vengarse de Batman, quien es el objeto de su odio. Tomar un objeto hacia el cual dirigir su odio implica una sublimación del caos y la maldad originarias del Guasón. La necesidad de retribución muta en deseo de venganza.
Tanto Alan Moore como Tim Burton sostienen la mítica historia de origen que culpa al Vigilante Nocturno por la transformación del Guasón, dándole un objeto a la destrudo caótica del personaje. En The Killing Joke ocurre un flashback donde muestra ese mal día que enloqueció a Jack Napier, transformándolo en Joker (Moore, The Killing Joke, 1988).
En la película Batman de 1989, Jack Nicholson encarna a Napier quien, después de un altercado con El Murciélago, cae en ácido sin que éste pueda salvarlo (Burton, Batman, 1989). Por otra parte, el Joker de Nolan que encarnó Heather Ledger es más cercano al personaje original. El trastornado payaso no odia a Batman ni busca la venganza (el origen de este personaje no se muestra en la película); sin embargo, presenta cierta fascinación con El Murciélago por identificarse con su oscuridad:
¡No hables como ellos! No lo eres, aunque quisieras serlo. Para ellos sólo eres un monstruo como yo. Te necesitan ahora. Pero cuando no sea así, te van a hacer a un lado, como a un leproso. Su moral, su código… Te olvidarán a la primera señal de problemas. Sólo son tan buenos como el mundo se los permite. Te aseguro que cuando haya dificultades todas estas personas civilizadas se comerán a sí mismas. Yo no soy un monstruo. Sólo voy un paso adelante. (Nolan, El Caballero de la Noche, 2008).
Las versiones donde Joker sostiene una relación de odio hacia Batman implican la sublimación de la maldad mortífera del personaje original. Incluso la versión infantil de Lego Batman nos muestra a un Guasón torturado por su odio aparentemente no correspondido hacia su enemigo oscuro (McKay, 2017). Pero esa relación con su prójimo mantiene a Joker anclado a la vida como monstruo. Joker, como agente de mal-estar, encarna La Maldad que solo se cuestiona a partir del encuentro con Batman. El Caballero de la Noche aparece como el objeto digno del odio del Payaso Asesino. Ya no le basta destruir o violentar sólo “porque puede”, pues ahora su sadismo requiere una reacción de su enemigo. Parafraseando a Winnicott, el comportamiento agresivo y odio que Joker dirige a Batman cumplen una función civilizatoria (Winnicott D.W., 1984). El Monstruo Joker es el objeto creado de la sublimación de La Maldad del personaje cuya nueva meta será el sufrimiento de Batman.
El miedo será, en efecto, el afecto predominante en la construcción de los villanos de Gótica y sus representaciones de La Maldad. Arkham como institución psiquiátrica es el claro exponente de la medicalización de la locura. Lo que en el Medievo se juzgó como pecado, en la modernidad se dictamina como enfermedad mental, así que el monstruo criminal queda encerrado en los nosocomios.
Arkham Asylum: A Serious House on Serious Earth (Asilo Arkham: Una casa sensata en una tierra sensata) es una novela gráfica creada por Grant Morrison en 1989 (ya en la Era Oscura) donde Joker se apodera de Arkham, tomando a los internos y personal médico como rehenes para obligar a Batman a pasar 24 horas con ellos (Morrison, Asilo Arkham: Una casa sensata en una tierra sensata, 1989). La propuesta de Morrison es claramente una invitación a la locura como el referente más claro de la oscuridad que habita a todo ser humano. La premisa de Joker de que “sólo se requiere un mal día para volverlo a uno loco” (Moore, The Killing Joke, 1988) se pone en juego.
La locura y la maldad están claramente asociadas en nuestra era y las representaciones de Arkham son la prueba de ello. Los villanos que han enfrentado al Murciélago de Gótica nos ofrecen un conglomerado de locos con los que mucha gente se identifica. La mayoría son considerados monstruos por la sociedad y por sí mismos. Además, proceden de las circunstancias más precarias que Gótica provee. La exclusión social, la pobreza y la precariedad son signos que circulan en la locura.
El Príncipe Payaso, Rey de Arkham, encabeza la lista de los personajes más oscuros en la mitología del cómic. Guasón, como lo conocemos en México o El Bromas en España, aparece en 1940, un año después del primer número de Batman. En la clásica dicotomía de luz y oscuridad, si El Caballero Oscuro es el héroe sobrio de Ciudad Gótica que inspira miedo en los criminales, su enemigo debía ser un payaso colorido cuya risa desencaja tanto como su frenética personalidad.
Desde su debut, Joker representa el caos y la locura. Es un bufón, la carta comodín que enfrenta al caballero. El bufón medieval debe ser lo “suficientemente sabio para hacerse el tonto (…) los reyes envidiaban su libertad para hacer lo que se les ocurriera” (Langley, The Joker Psychology. Evil Clowns and the Women Who Love Them, 2019). Esta es la esencia del personaje: el sinsentido del caos, la ocurrencia de la destrudo en asociación libre.
El Bufón Sonriente o El Payaso Asesino son los primeros sobrenombres de Guasón. Su maldad radica en la libertad de hacer lo que se le ocurra y sus ocurrencias son impredecibles. Como he comentado en los planos precedentes, el ser humano busca el control de la incertidumbre, la construcción del monstruo y el héroe deviene ante el anclaje necesario frente el abismo de lo impensable.
Bruce debe convertirse en algo más para enfrentar la angustia de aniquilación y el desamparo ante su orfandad; Oswald Cobblepotdeviene en El Pingüino para apropiarse de la monstruosidad física que le ha valido el rechazo de todos, incluidos sus padres; Johnathan Crane se vuelve el Espantapájaros ante el rechazo de sus colegas, etc. En todos estos personajes se cumple la premisa que el monstruo aparece para combatir a la oscuridad de la incertidumbre, la desolación y el sinsentido. Joker por su cuenta es el sinsentido, el agente de la incertidumbre y por lo tanto la representación de La Maldad misma en tanto carga libre que busca un objeto arbitrario para satisfacerse. El caos que Joker desata en cualquiera de sus apariciones provoca mal-estar y éste se interpreta como Maldad.
El Pingüino de la Era de Oro es un mafioso que representa a la monstruosidad de la clase adinerada. A lo largo de los años, el personaje ha tenido otras historias de origen, pero en general conserva la idea original de haber sido abandonado por sus padres debido a sus deformidades físicas. En algunas versiones es criado en las alcantarillas (Burton, Batman Regresa, 1992), en otras crece en las calles y es acogido por Carmine Falcone, el mayor mafioso de Gótica (Heller, 2014-2019). La maldaddel Pingüino radica en su búsqueda de retribución y la necesidad de reafirmar su narcisismo herido. Esta necesidad de pertenencia (y afecto) lo hace asociarse constantemente con otros villanos o incluso con el mismo Batman (en la Edad de Oro, Pingüino es un informante de Batman (Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012).
El Espantapájaros es el verdadero antagonista de Batman. Johnatan Crane es un profesor de psicología obsesionado con investigar el miedo. En su narcisismo, realiza experimentos con sus alumnos que le valen ser expulsado de la facultad. Por venganza se convierte en Espantapájaros y desarrolla drogas que provocan el miedo para forzar a sus víctimas a obedecer (Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012).
Al igual que Batman, el personaje de Joker ha evolucionado a lo largo de ochenta años de publicaciones, pasando por las diferentes épocas de la estética del cómic. El Joker original es un criminal “loco” que mata y comete crímenes por aparente diversión, eligiendo a sus víctimas prácticamente al azar. A partir del código de censura, las editoriales tuvieron que reprimir el instinto homicida del Payaso Asesino. En la Era de Plata resurge como el Príncipe Payaso del Crimen sin cometer un solo asesinato durante casi 30 años. Este es el Guasón que inmortalizó Cesar Romero en la serie televisiva de los años sesenta (Langley, The Joker Psychology. Evil Clowns and the Women Who Love Them, 2019).
La violencia hacia la mujer y el feminicidio son temas que afortunadamente se han puesto “de moda”. Independientemente de la postura que uno tome frente al tema, son realidades innegables que hoy se cristalizan en medios, redes sociales y manifestaciones públicas. En el marco de esta turbulencia social tenemos una historia clásica del feminismo donde un grupo de mujeres hartas de ser devaluadas y violentadas por un medio machista deciden emanciparse: Aves de Presa (y la Fantabulosa Emancipación de una Harley Queen).
La narrativa de la película contada desde la protagonista da cuenta del proceso de cosificacion de la mujer en ciertas sociedades. Al contar su historia, Harley inicia con su infancia en la cual se padre la cambio por un Six de cerveza. Fue tratada y signada como una cosa. Pero ella volvía dispuesta a lo que fuera por el afecto del padre. La mandaron a un colegio de monjas, donde también fue maltratada y etiquetada como problemática.
El maltrato infantil y la falta de vínculos sanos genera el llamado apego inseguro. Es también el origen de una futura difusión de identidad. Esto significa que si en la infancia temprana mis padres no me dan imágenes consistentes de mi mism@ es difícil que yo pueda consolidar una identidad. Harleen Quinzel se vuelve médico y psiquiatra tratando de construirse una identidad desde esta profesión que por una parte la sigue poniendo al servicio de los demás pero también apuntala el narcisismo desde el saber de la ciencia (Ver DR. STRANGE: De la neurociencia a la mística: un recorrido Narcisista.).
Desde la omnipotencia que le confiere la investidura médica y el saber Psiquiatrico, Harleen cree poder curar a Joker. Pero termina enamorándose y regresando a la misma relación utilitaria y de maltrato que tuvo con su padre. Su transformación en la caída al ácido la hace adoptar una nueva identidad: Harley Queen: la reina Arlequín, compañera de crimen del Principe Payaso.
Finalmente Joker la desecha como cualquier otro objeto que tras el uso pierde su valor. Harley se desmorona. Ya no tiene un lugar, ya no sabe quien es.
Se alcoholiza, se droga, se expone a situaciones de riesgo buscando su propia destrucción. Y lo hubiera logrado de no ser por la mirada femenina de Canario Negro.
“sabes que es un arlequín?….. Un arlequín está hecho para servir a un amo. Un arlequín sin amo no es nadie y a nadie le importa un carajo”.
Y si…. cuando la mujer es vista como un objeto al servicio de un amo, a nadie le importa ella…. nadie la ve….
Solo otra mujer puede verla y “rescatarla” dándole estatuto de persona. Canario la rescata cuando quieren secuestrarla. Aunque Harley sea una pésima persona no puede permitir que abusen de ella. Es una persona…. mala persona pero persona al fin…. no una cosa que se usa y se desecha…