Jerome “Joker” Valesca: Trastorno antisocial y fanatismo

En la serie Gotham, se presenta un personaje con todas las características de Joker que proviene del circo (al igual que Ricardo Tapia, mejor conocido como Robin). Su personalidad claramente se hizo a partir de los textos de criminalísticas y los indicadores del DSM V sobre el trastorno disocial en la infancia. Jerome Valeska es hijo de la encantadora de serpientes y el vidente del circo. Según su propio relato, la madre lo maltrataba por su temperamento iracundo y su adicción al alcohol y los hombres. La construcción del personaje se basa en la popular triada oscura (narcisismo, maquiavelismo y psicopatía) que provee las características teóricas del trastorno antisocial: maltrato infantil, abandono y deprivación afectiva que a su vez llevan al maltrato animal, la mentira patológica, el engaño sociopático y el sadismo (Furnham, 2013). En este personaje, deshacerse de la madre será el acto que consolide su maldad, revelándose como un asesino.

          La personalidad extravagante de Valeska se inmortaliza en un culto que deriva en la resurrección del personaje y la sublimación de su maldad. El fanatismo fusiona los deseos individuales, identificándolos con el líder de la masa. En este caso, el fenómeno de sublimación aparece en la dinámica de fuerzas en el grupo. La Maldad de Joker (y el mal-estar que provoca) se simboliza como una acto de rebeldía y redención de las clases menos favorecidas por los ataques que realiza contra las clases opresoras (los ricos y la policía). Joker representa el caos que se enfrenta a un sistema que falló en defender a los menos favorecidos. Su maldad es sublimada por el grupo en términos de una idea o un ideal con el cual se identifican y les otorgará la potencia vital para enfrentar al enemigo: el sistema mismo, un tema recurrente de la Era Oscura. El filósofo yugoslavo Žižek realiza un análisis similar sobre el personaje Bane en la película El Caballero de la Noche asciende de Nolan (Žižek, 2012).

          Posteriormente se presenta otro personaje: el hermano gemelo de Jerome, Jeremiah Valeska, que había sido ocultado por la madre para su protección. Este dato devela que tal vez Lilia Valeska no era del todo una madre malvada y quizás su preferencia por el hijo prodigio detonó la envidia en el hijo antisocial. Los hermanos Valeska representan una dualidad en el personaje: el loco asesino sin sentido y el genio cuerdo que busca hacer el bien. Además, la rivalidad filial siempre ha sido un tema en las mitologías. El segundo, protegido por los padres, desarrolla una amistad con Bruce Wayne con quien se identifica y simpatiza. Jeremiah es víctima de la última broma mortífera de su hermano quien al morir le deja un regalo que lo rocía con un gas enloquecedor. A esta última versión de Valeska lo encierran en el asilo Arkham donde finge un estado catatónico hasta que Bruce regresa a Gotham. En el episodio final de la serie, Jeremiah secuestra a Barbara Gordon para atraer al Murciélago a la mítica fábrica de químicos ACE, escenario de la historia de origen del Guasón.

Esta anécdota remite a la novela gráfica de Frank Miller, La saga del Caballero de la Noche donde Batman se ha retirado de sus actividades heroicas. Sin embargo, debido a una serie de sucesos, se ve comprometido a regresar, aunque la sociedad ya no lo vea como un héroe, sino como un vigilante. En esta trama, Joker se desvaneció en el anonimato, pero cuando escucha que El Murciélago ha vuelto, sale de su estado casi catatónico para reunirse con su archienemigo (Miller, 1986). El enemigo regresa al catatónico a la vida, manifestando la sublimación de Lo Mortífero en El Monstruo


Batman: El caballero de la noche de Frank Miller

Será hasta la era Oscura que Frank Miller recupere la oscuridad original de personaje. En esta evolución, el asesinato de los Wayne forma parte de una conspiración para mantener los cotos de poder de la ciudad que los millonarios trataban de detener agregando dos componentes oscuros a la historia de origen: el miedo y la venganza. Este es el Batman oscuro de las películas de Tim Burton o Christopher Nolan o la serie televisiva de Warner, Gotham. Un hombre alienado, solitario que no encaja en una sociedad a cual desprecia. Estos rasgos en la era de Oro hubieran hecho de Batman un villano, sin embargo Miller lo presenta como antihéroe. El afecto principal del huérfano Bruce Wayne ya no es la culpa sino el miedo. Un miedo que tal y como Yoda predijo, lo llevará al lado oscuro. Miedo, sufrimiento, ira y odio. Estos serán los componentes oscuros que Bruce sublimará en la determinación que lo lleva a crear a Batman: Uso una máscara no para ocultar quien soy, la máscara crea lo que soy. (Langley, Batman and psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012)

Retomando la noción del trauma infantil, es el miedo la emoción más primitiva que remite al abismo originario. La angustia de aniquilación como Winnicott la llamó regresiona al pequeño Bruce a las vivencias del desamparo original que fundaron su moral. Bruce es un niño cuyo desarrollo psicosexual lo ubica en etapa de latencia que Freud postuló. Su psiquismo se encuentra constituido y su complejo de Edipo sepultado. El efecto traumático de sobrevivir el asesinato de los padres en este período habrá provocado una desregulación afectiva producto de la regresión. La vivencia de orfandad arroja al niño a un abismo que había sido salvado gracias a los prójimos amorosos que parecen hacer sido los padres.

La vivencia en el Callejón del Crimen apuntará a las precarias vivencias de dolor que fueron sepultadas en los primeros meses de vida. El miedo paraliza a Bruce. En todas las versiones que conocemos de la escena, el niño no intenta atacar al agresor ni intenta huir, se paraliza y pasivamente se deja caer junto a los cadáveres de sus padres si emitir siquiera un grito, el berreo y el monstruo están anulados, en pausa.

Alfred Pennyworth, el mayordomo, y James Gordon, el detective, aparecerán ante la noticia y proveerán al pequeño Bruce esas representaciones de prójimo que ha perdido en el asesinato de sus padres. Interesantemente, Alfred y Gordon aparecen sin que el niño haya emitido el signo de necesidad, el berreo que aparece como llamado al individuo del cual requiero asistencia. La disociación traumática parece haber surtido efecto. Transcurre el funeral y otros acontecimientos y el niño manifiesta un aplanamiento afectivo que llamaría la atención de cualquier clínico. En las publicaciones gráficas y las películas, la infancia y adolescencia de Bruce son omitidas. Sabemos que juró venganza y que se ha preparado toda la vida para convertirse en Batman.

Hace años cree una poderosa mentira:
una creatura casi demoniaca de violencia y venganza…
pero la mentira nació para servir a un bien mayor.

(Langley, Batman and psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012)

La serie televisiva Gotham nos da un referente interesante de esa infancia que no habíamos visto antes (Heller, 2014-2019). El joven Bruce demuestra sus características iracundas. Su berreo atrae la atención de Alfred, Gordon y Lucius Fox. Tres hombres que haran la función de esa madre suficientemente buena que el pequeño perdió en el asesinato de sus padres. Dado que el psiquismo de Bruce ya estaba consolidado en el momento del asesinato, parece que el trauma queda enlazado al conflicto edípico. La versión idealizada del niño ante el padre muerto lo coloca en el altar de los objetos buenos inmaculados. En todas las demás versiones de Bruce, pareciera que las imágenes del padre malo son proyectadas en los villanos contra los cuales lucha sistemáticamente. En este sentido, Bruce no dista mucho del legendario Edipo: busca vengar la muerte del padre pero él mismo fue quien la causo. en múltiples escenas se manifiesta que el motivo por el cual caminan solos por el Callejón del Crimen es debido a que Bruce tiene miedo en la ópera (versión de Nolan en Batman Begins). En otros referentes, Batman se culpa de no haber hecho nada ante la muerte de los padres, donde la culpa es el mecanismo de defensa que los neuróticos articulan ante la impotencia de la fatalidad.

Por lo tanto su motivación es la culpa (consciente o inconsciente) que como planteara Freud, es el primer lazo social que nos permite como humanos sostener una moral. De ahí que su código ético no le permita asesinar.


GOTHAM: Una ciudad oscura para el Caballero de la Noche

Cuando Bob Kane y Bill Finger crearon a Batman en 1939, dibujaron el contexto que el vigilante oscuro requería: Ciudad Gótica. En aquel entonces, Gótica representaba la decadencia de la promesa americana y el escenario de la Gran Depresión.

En la era Oscura, Gotham será el escenario de la cruda realidad del capitalismo gore. Término propuesto como referencia a la “reinterpretación dada a la economía hegemónica y global de los espacios (geográficamente) fronterizos.[…] nos referimos al derramamiento de sangre explicito e injustificado […] al altísimo porcentaje de vísceras y desmembramientos, frecuentemente mezclados con el crimen organizado, el género y los usos predatorios de los cuerpos, todo esto por medio de la violencia más explícita como herramienta de necroempoderamiento” (Sayak Valencia, Capitalismo Gore).

El crimen organizado, la violencia de las calles, la pobreza extrema contrastada con la extravagancia de la riqueza de una elite particular son los elementos que enmarcan la desesperanza en la cual nacieron los cómics. Esta imagen de una sociedad en decadencia ha cobrado vigencia en cada era y cada artista que ha participado en la estética de Góthica ha conservado estas características. Ochenta años después, Ciudad Gótica sigue siendo el escenario de la sociedad contemporánea que ha fallado en sostener al ciudadano y proveer de un ambiente suficientemente bueno para el desarrollo de una sana subjetividad.

Gótica es la metáfora cristalizada de la oscuridad en la decadencia de una sociedad que falla como prójimo en la asistencia del otro y genera el escenario perfecto para gestar La Maldad. El completo abandono de las instituciones, la corrupción del poder y la desigualdad financiera ofrecen todos los elementos para el desarrollo del odio, la envidia y los deseos de retribución.

Recientemente, Fox desarrollo la serie Gotham donde la ciudad es la protagonista del devenir de los personajes que contribuyen a la batimitología.