Para finalizar los posts sobre Black Widow en el MCU elegí trabajar la clásica historia de la Bella y la Bestia: Natasha y Banner. En los cómics la Viuda Negra ha tenido múltiples amantes (villanos y superhéroes) pero también se ha enamorado plenamente de unos cuantos afortunados. En la versión cinematográfica, su historia de amor se centra en Bruce Banner, el Monstruo del equipo.
Como se dijo anteriormente, Black Widow en tanto Femme Fatale paraliza a los varones y los utiliza como parte de sus misiones. Parte de su poder y su peligro radica en su capacidad para desvincular la sexualidad del afecto. Sin embargo, en el caso de Bruce Banner, Natasha se deja tocar por el monstruo. Como ella misma le dice en una escena de Era de Ultron:
Un hombre me tiene herida. Tiene un mal temperamento, pero en el fondo es todo dulce. De hecho no he conocido a nadie como él. Todos mis amigos son peleadores, pero este tipo pasa su vida evitando la pelea porque sabe que va a ganar. También es un nerd, a las chicas nos encanta.
Natasha se vive a si misma como un monstruo y claramente se enamora del hombre y el monstruo que habitan en Bruce Banner. Al igual que Tony Stark, Natasha en su narcisismo, se siente cómoda con Bruce. Por una parte, ella sabe que puede controlar al monstruo en Banner y al mismo tiempo, él no representa una amenaza para ella.
En la historia clásica de la Bella y la Bestia, el protagonista es el varón monstruoso que logra redimirse por el amor de la doncella. Pero ¿Qué doncella se enamora de una Bestia? Natasha lo dice claramente: el masoquismo de Bruce la seduce. Si Banner puede controlar al monstruo en su interior, también puede ponerle límites a ella.
Lo terrible del gran poder que Natasha posee es el riesgo de lastimar a quienes ama. Porque ella es una asesina mercenaria, la perfecta sociópata sin apego o moral. Sin embargo, Hulk la intimida desde el inicio. Hulk es una fuerza irracional que ella no puede controlar. Su arrullo lo domestica aparentemente, sin embargo, es la fuerza incontrolable del monstruo lo que la llama. Se identifica con Hulk, ella también es un monstruo, sin la ventaja de la disociación. A diferencia de Banner que es habitado por Hulk, ella es poseedora de la monstruosidad.
Al final de Era de Ultron, Natasha sacrifica su felicidad individual con Banner por el bien mayor. Necesita a Hulk para ganar la batalla y salvar al mundo. No puede simplemente huir con él, necesita regresar a la batalla. Esta decisión le cuesta la perdida de Banner, ya que Hulk se va y no regresa.
En los cómics, la pérdida del hombre amado genera en Natasha el resentimiento y el dolor necesarios para convertirse en vengadora y heroína. Si bien en las películas esto no es tan claro, la pérdida de Banner la recoloca al lado de Steve Rogers como líder de los Vengadores.