Diciembre 2018 cerró con el estreno de Aquaman. Desde Justice League vimos un nuevo y renovado Arthur Curry, interpretado por Jason Momoa que trata de reivindicar al Rey de los Mares como un autentico superheroe. Sin embargo, entre el personaje que vimos en 2017 en Justice League y el Aquaman de 2018 hay algunas discrepancias poco afortunadas.
La presentación del personaje en Justice League nos muestra un Arthur obscuro, resentido con la vida y con el abandono de su madre con desprecio a la humanidad. Este primer acercamiento al personaje lo hacia parecer más cercano a héroes iracundos como Batman o Ironman (ver Post Avengers VS Justice League 3: Los Dioses). Sin embargo en la entrega de 2018, nos cuentan una historia enmarcada con la trayectoria del héroe y que en lo personal me remite más al Thor del MCU.
Resulta que Arthur es un rey mestizo, partido entre dos mundos, el de su padre y el de su madre, alienado en ambos. Sin embargo, la película enfatiza el amor familiar y el soporte de los padres con su hijo. Salvo Thor, ningún otro superheroe tiene figuras parentales sanas, amorosas o estables. Si bien la reina Atlana tiene que dejar a su hijo y su amante, no es del todo un abandono, ella debe regresar a cumplir con sus deberes reales lo cual tarde o temprano le cuesta la vida. Aunque al final resulta que no muere, si queda exiliada por la deshonra que implica haber tenido un hijo fuera del matrimonio y con un humano.
En este sentido, Arthur resulta una autentica aberración. Mezcla de dos razas, humano y atlantiano. Pero es tal el amor de su padre que no se observa autentico conflicto en él. Si se vive culpable de la muerte de su madre pero a la vez culpa a los atlantianos y por ello los desprecia y no desea saber nada de su origen acuático. Su filiación paterna lo hace un traidor para la patria de su madre. Debe enfrentar a su hermano (nuevamente la rivalidad filial) para evitar una guerra que destruiría su mundo, el de los humanos.
Los personajes femeninos son los poderosos en esta historia, trazando una masculinidad muy observable en nuestra época. La madre una reina que lo signa como aquel que cambiará la historia y unificará los mundos. Arthur se entrena fervientemente para conocer algún día a su madre. Pero cuando se entera que ella ha sido asesinada por haberlo tenido, pierde todo interés en sus raíces Atlantianas y se refugia en su parte humana. Psicoanalíticamente podríamos interpretar que al atribuirse la culpa de la muerte de su madre, Arthur necesita defenderse odiando a los atlantianos y desestimándose él mismo como heredero al trono.
Contrario a las personalidades narcisistas de Thor, Batman o IronMan, Aquaman es un melancólico. Sin el masoquismo heróico de Steve Rogers, Arthut Curry se establece en una “zona de confort” como muchos pacientes en la clínica contemporánea, que hacen lo imposible por mantenerse en un bajo perfil y en el anonimato. Especulando mas desde la clínica que desde la película, ¿Será que Arthur huye de los reflectores para evitar la culpa de su existencia?, ¿Será una forma de castigo?, ¿Será una autodevaluación?, o simplemente una manera de huir de la responsabilidad que le conlleva el gran poder de ser el legítimo heredero del reino de los mares.
Tiene que venir la princesa Mera, aprendiz de la reina Atlana (madre de Arthur) a sacarlo de esa zona de confort y recordarle quien es en realidad. Es ella quien lo arrastra a la aventura que lo confronta con su destino. Es ella quien lo lanza al vacío donde debe devenir un héroe. El empoderamiento de Aquaman viene por su herencia femenina y requiere una mujer guerrera que lo guíe en el camino a asumir su propio ser.