Selina Kyle (Catwoman) encabeza la lista de depredadoras en Gótica. Su relación con El Murciélago a lo largo de los años, las publicaciones, series y películas la ubica como rival, enemiga y compañera del vigilante de Gótica. En palabras de Bob Kane:

Ella (Catwoman) era una especie de Batman femenino, excepto que ella era una villana y Batman era un héroe. Imaginábamos la dinámica del gato y el ratón–gato y murciélago–entre ellos; él trataría de reformarla y traerla al camino de la ley y el orden… Sentíamos que las lectoras se identificarían con ella. También pensamos que a los lectores varones les gustaría ver una chica sensual. Así que la pusimos en la historieta para ambos, niños y niñas, como la contraparte femenina de Batman.
Langley, Batman and Psychology. A Dark and Stormy Knight, 2012, p. 218

La narración de Kane inevitablemente remite al texto freudiano sobre una elección particular de objeto en el varón neurótico que busca rescatar a las damas de cascos ligeros. Freud observa como el narcisismo masculino se juega en esta dinámica de reivindicar a la mujer. En la Era de Plata, el CCA censurará a la sexy y malvada gatita, por lo que la editorial desaparece a Catwoman y en su lugar introduce a una chica respetable: Batwoman, Kathy Kane. Ella es la mujer decente que admira a Batman y busca ser como él. Selina, como Lilith, se rebeló siempre a los intentos de Bruce a hacerla buena. Entonces la editorial, en el lugar de Dios, la eliminó de la publicación y creó a una Eva: Kathy.
En la reciente serie de televisión de la franquicia Arrowverse (2019), Kate Kane es prima de Bruce y su orientación sexual es lésbica, adjudicándole toda la problemática de la discriminación sexual y el heroísmo de la comunidad LGBT+. La Batwoman original no fue muy popular y desapareció de la publicación para dar paso a la Batichica que conocemos: Barbara Gordon (hija o sobrina de James Gordon, el comisionado de la policía). La chica, a diferencia de la mujer, se infantiliza frente al varón y se desexualiza, resultando inofensiva. Así se coloca en el lugar seguro que debe tener la feminidad en el registro patriarcal. Las buenas chicas en los cómics de DC en la Era de Plata representan a la Monstruosidad Femenina domesticada en aras del bien mayor.
