Como se comento en el post anterior, Peter Parker se enfrenta a la travesía de todo adolescente de afrontar la perdida del cuerpo infantil y transformarse en adulto. En este sentido, Spider-Man, en tanto Hombre-Araña, representa el ideal poderoso del adulto en el cual el adolescente pretende convertirse. Pero no solo el adolescente se proyecta en Spiderman, el devenir “adulto” en el mundo contemporánea es un proceso largo que se desfasa del tiempo biológico. Biológicamente, la adolescencia marca la madurez reproductiva del humano. Todos los demás animales, se tornan adultos por efecto de las hormonas sexuales y sus comportamientos “cachorriles” se extinguen para dar paso a comportamientos adultos programados según cada especie. En el humano no ocurre así. El proceso de socialización y la dependencia dificultan el proceso de devenir adulto en el sentido que la psicología (en paralelo con la biología) califica como adultez: un individuo que ha consolidad su identidad, su independencia y su autonomía. Por eso Spiderman es un personaje con el cual todos podemos identificarnos: niños, adultos, adolescentes, jóvenes, hombres, mujeres….
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Frase que se volverá célebre, parafraseada por el tío Ben tratando de educar a su sobrino adolescente. Ben no sabe que Peter es Spiderman cuando lo aconseja sobre el poder y la responsabilidad, él se refiere al poder de los cambios adolescentes que Peter presenta. Dado que Ben muere como producto de la negligencia de Peter, la frase del tío se convierte en sentencia lapidaria de culpa. La tragedia aparece como la consecuencia de no seguir la advertencia del mentor. La irresponsabilidad lleva a Peter a la lamentación masoquista que se consolida en su carácter melancólico. Es a partir de este evento que nace la leyenda (como se lee en el ultimo cuadro del cómic original).
En psicoanálisis, Freud planteó que la culpa es el primer afecto que genera lazo social. Esta argumentación parte de la idea de que el humano nace en el estado de indefensión absoluta en el cual depende se un prójimo para sobrevivir. Cuando este prójimo asiste al cachorro indefenso se crea una deuda. Freud piensa que este es el origen de la culpa. Melanie Klein, siguiendo a Freud, planteará que la culpa no apela a esta deuda (la cual apunta mas bien a la gratitud), sino a la frustración generada “en lo que el prójimo asiste”. Esta privación genera en el cachorro el odio al prójimo que pudiendo asistir no lo hace, y la envidia a la posibilidad de este prójimo de tener lo que él necesita. Dichos afectos apuntan a los deseos de destruir el objeto. La culpa en Klein obedece a esta fantasía y su posible cumplimiento. En esta lectura, la deuda se establece por haber deseado la muerte del objeto, si éste efectivamente se destruye o desaparece, la fantasía de asesinato se cumple sosteniendo a su vez la fantasía de omnipotencia del sujeto y con ella la culpa que demanda un castigo. Si el objeto persiste y no muere o desaparece, la omnipotencia del sujeto se ve confrontada y brota la gratitud que es también un derivado de la culpa.
El camino neurótico de la deuda melancólica pone a Spiderman en una situación de castigo permanente. No puede acceder al amor, ni a la retribución por sus proezas sociales, sistemáticamente defrauda a sus seres queridos quedándose solo. La soledad es su castigo por la muerte del tío Ben. Eso no es honrar la frase mítica del gran poder que conlleva una gran responsabilidad, mas bien se autolimita y se sabotea, como si ante cada éxito de Spiderman, Peter tuviera que pagar con su autodevaluación, alejando al extremo la identidad del superhéroe de su alter ego.
Cuando Tony Stark recluta a Peter en Civil War, se abre un nuevo escenario para Spidey, pertenecer a los Avengers. Tony le ofrece a Peter lo mismo que a Banner (HULK: Ser un vengador: El encuentro con Tony (parte 3 de 5)), asumir la responsabilidad del gran poder que posee utilizándolo al servicio de un bien mayor. En vez de limitarse a combatir robos callejeros en Queen, ayudar a IronMan a combatir a Capitán América y su grupo de forajidos (CAPITÁN AMÉRICA: Reconciliando el lado obscuro; de Vengador a Forajido (4 de 4)) para hacerles cumplir la ley (los acuerdos de Sokovia).
Tony, como líder del MCU, sacude a Peter de su culpa lapidaria y lo anima a apelar al verdadero sentido de los consejos del tío Ben: Asumir la responsabilidad del poder implica ejercerlo y darle un sentido. Se trata de la postura Nietzscheana del superhombre versus la condición cristiana de la humildad y el sometimiento. En psicoanálisis se trata del pasaje de la culpa Freudiana a la responsabilidad sobre el deseo Lacaniano.
Lacan plantea que el deseo es el devenir del sujeto a partir de la falta. En el mismo punto de indefensión y la necesidad del prójimo que lo asista, complementa lo planteado por Freud y Klein para sostener que es esa privación originaria la que pone en marcha el deseo. El objeto que satisface la necesidad está por siempre perdido. Lo que el sujeto eventualmente ha de reconocer es la falta como constitutiva del ser deseante. En este sentido asumir el deseo es responsabilizarse de éste en vez de culpar al otro o a si mismo por la frustración que provoca la falta.
Así Peter, ante la invitación de Stark, debe asumir que ha sido descubierto como Spiderman e invitado a ser parte de algo mayor. Y después de la aventura, en la cual es siempre tratado como el niño que es, debe regresar a su vida “normal” en la preparatoria de Queens, asumiendo las responsabilidades de su deseo: Ser Spiderman y Peter Parker.
[…] Ser un vengador: El encuentro con Tony (parte 3 de 5)) o con Spiderman en la misma Civil War (SPIDERMAN: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad (2 de 4)). El liderazgo de Tony es en general más liberal que conservador. Desde su propia arrogancia, […]
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