Como se ha expuesto en posts anteriores, los Guardianes de la Galaxia son un grupo de individuos particularmente amorales, criminales y mercenarios. (Guardianes de la Galaxia: Antihéroes Irreverentes) A pesar de haber salvado la galaxia al controlar la gema sea poder y destruir a Ronan, ellos ofrecen sus servicios a quien pueda pagarlos. Héroes de paga, anteponiendo siempre sus intereses particulares. La única que muestra desde el inicio una brújula moral es Gamora, la mujer mas letal del universo, hija del Titán Loco Thanos.
La mujer como líder moral es una representación post-patriarcal. Recordemos que en la historia de la cultura occidental, lo femenino ha sido cuidadosamente reprimido por el yugo conyugal y materno. Aquellas mujeres que se rebelaron contra estos designios fueron consignadas como amenazas al sistema patriarcal y por lo tanto representadas como monstruos, brujas, seres malignos que deben ser controlados o aniquilados. (BLACK WIDOW: Feminidades, del Complejo de Elektra al Complejo de Viuda Negra (3 de 4)) El mismo Psicoanálisis propuso la labilidad del superyo femenino, colocando a la mujer al margen de la ley y de lo social. ¿Como puede entonces pensarse una mujer como líder moral?
En la historia del cómic, hay que atribuirle a Stan Lee descolocar a la mujer de las representaciones históricas. En el mítico equipo fundante de los cuatro fantásticos, tenemos la primera mujer que se muestra como líder moral de un equipo de varones superhéroes: Sue Storm. Su función al interior del grupo retoma aspectos femeninos en relación a la función materna y lo familiar, manteniendo su sexualidad y su erotismo.
El personaje de Gamora es aún más controversial ya que por una parte carece casi por completo de las referencias maternales y por otra, sus sexualidad y su violencia se encuentran exacerbadas. Claro ejemplo de que la ética no se funda necesariamente en la represión de los impulsos (sexuales y agresivos) como Freud lo postulara, sino en la identificación del Yo con ideales vitales (buenos) o destructivos (malos) idea que si bien esta también en el texto Freudiano, es Melanie Klein quien lo formula.
En la primera película, Gamora se presenta como una asesina cruel, despiadada y violenta. Su fama trasciende en el universo como vemos cuando cae en prisión. Sin embargo algo en ella cambia cuando sabe que Thanos esta prometiendo destruir planetas a cambio de “míticos objetos”. Recordemos que anteriormente había hecho con Loki un trato similar al que hace con Ronan: destruir el planeta de su elección (La Tierra o Sandar) a cambio de una gema del infinito. Como si la destrucción masiva moviera en ella quizá el recuerdo de su propio pueblo arrasado por Thanos en su misión psicótica de un mundo mejor.
Cuando Gamora convence a StarLord de proteger el Orbe, apela a una noción de ética básica: la aniquilación masiva no puede ser buena y no debe permitirse. Más allá de los costos individuales, el bien común impera. El filósofo Emanuel Kant le llamo a esto un “imperativo categórico”. El filósofo de la ilustración pensaba que los humanos tienen una consigna moral de hacer el bien contra un “mal radical” que amenaza la consolidación del proyecto de modernidad. En el caso de Gamora, más que obedecer a un “bien común” atiende a un básico instinto de supervivencia y respeto a la vida.
Recordemos que Gamora fue una niña víctima de violencia y sobreviviente del holocausto de su raza (GAMORA: De huérfana violentada a la Mujer más Letal del Universo (1 de 4)). Está vivencia se reactiva ante la frivolidad con la que Thanos está dispuesto a destruir la vida en su afán mesiánico. Al parecer, la destructividad desbordada y el horror que despierta provoca una necesidad de generar una contraparte que proteja de esa destructividad. En psicoanálisis sabemos que el Superyo (la estructura de la personalidad que sostiene la ética y la moral del individuo) se gesta a partir de los impulsos agresivos y toma su fuerza de ellos.
La necesidad que observamos en Gamora de combatir a Thanos proviene por una parte de su propia experiencia como víctima de éste pero también de la culpa inconsciente de haber sido parte de toda esa destrucción. Melanie Klein aporta los conceptos de reparación y gratitud como elementos importantes en la consolidación del psiquismo para poder integrar los instintos de vida con los de destrucción. La reparación consiste en la necesidad de resarcir el daño realizado una vez que esté es asumido. Al reparar, el niño pequeño obtiene la gratitud del objeto dañado como un afecto que restablece el vínculo y le permite (a edades muy tempranas) saberse capaz de cometer errores sin que estos sean catastróficos. Tanto la reparación como la gratitud permiten colocar un bienestar en el porvenir y gestar por una parte la integración de los instintos destrucción (cuyo impacto tiene solución) y por otra parte tejen la capacidad de confiar en un objeto capaz de “perdonar”.
Esto es los que permite a Gamora colocarse como líder moral que repara el daño y obtiene efectivamente la gratitud de los Nova Corp, quienes absuelven a todos de sus crímenes pasados como retribución por salvar la Galaxia.
[…] GAMORA: La mujer como líder moral (2 de 2) […]
Me gustaMe gusta