Dr. Jekyll & Mr. Hyde

La mayoría de los monstruos (en la literatura, el cine, la pintura y la escultura) representan eso siniestro de lo humano, proyectado afuera, en un cuerpo amorfo, deforme, deshumanizado. El Diablo, las brujas, los demonios y otros monstruos derivados en la literatura medieval, funcionan como elementos persecutorios que a la fecha aterrorizan a la humanidad.

El monstruo es la encarnación del lado obscuro de lo humano, proyectado afuera en una zona segura donde puede ser temido y destruido fuera del sujeto. La mayoría de los monstruos en la literatura y posteriormente en el cine siguen esta línea. Pero el verdadero monstruo habita en el interior.

La primera referencia de este tipo particular de monstruo es la novela El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, publicado en 1886. Según los biógrafos de Stevenson, el problema del conflicto entre el bien y el mal al interior de una persona es un tema que el autor trabaja desde sus primeros escritos. Su educación en el aislamiento escoses fue estricta y religiosa. De niño era un ejemplo de bondad y de adolescente se torna “obscuro” y a decir de sí mismo “feo”. La escritura de El extraño caso de Dr. Jekyll y Mr. Hyde la realiza mientras padece tuberculosis y se enfrenta a la muerte. [1]

Dr. Jekyll es un medico reconocido, cuya vocación implica el cuidado de otros y la lucha contra la muerte. Mr. Hyde es un asesino y un monstruo. La trama de la novela (y sus múltiples representaciones teatrales y cinematográficas) envuelve al lector en el suspenso y la angustia del abogado Utterson, amigo de Jekyll, quien teme que su amigo sea víctima de una funesta relación con Mr. Hyde. Posteriormente se descubre que el médico había generado una formula con la cual “liberaba” su monstruo interior, Mr. Hyde que representaba sus deseos “viciosos”. Al no poder controlar al monstruo, Dr. Jekyll no encuentra otra solución que el suicidio y la confesión en una carta que deja a su amigo.[2] Mr. Hyde es el asesino que vive en el alma del médico. Y la única forma de detener su monstruosidad es asesinarlo.

La primera aparición cinematográfica de Dr. Jekyll y Mr. Hyde data de 1920 (34 años después de la publicación de la novela). Desde entonces y hasta 1990 se han producido 24 películas estadounidenses como adaptaciones del texto. Mr Hyde es el unico exponente de este tipo de monstruo interno que sale de control desde su nacimiento en 1885 hasta 1962[3], año en que Stan Lee y Jack Kirby dan origen a The Hulk.[4]


[1] Leonard Wolf. The essential Dr. Jekyll and Mr. Hyde. Ibooks New York. 2005. La traducción es mia.
[2] Wolf. The essential Dr. Jekyll and Mr. Hyde
[3] cabe señalar que en este amplio período, lo monstruoso se colca en la guerra y se consagra en la figura de Hitler y el nazismo como reencarnación del mismo Diablo
[4] Danny Fingeroth. Superman on the coach. what superheroes really tell us about ourselves and our society. Bloomsbyry, New York 2014. p 121

3 comentarios en “Dr. Jekyll & Mr. Hyde”

  1. El doctor Je-kill y el señor “escondido” sigue siendo hasta la fecha uno de mis textos juveniles favoritos, tan breve y emocionante que muchas veces lo terminaba en una sola sesión. Y claro que lo prefiero por encima de cualquier Hulk, pues precisamente está y se queda así, “verde”, en relación con la joya de Mr Hyde. Wow! No sabía que existen tantas películas en relación el “ello”. =)

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